Doble filo
Casi te puedo tocar. Siéntelo, sólo hace falta imaginación. El cielo azul, el gélido viento, las grandes olas, el lejano mar. ¿Viajamos? Tenemos tiempo, un portal de aliados y cómplices. No cedas, abre tus mudos ojos, rompe el cristal.
Mira a tu alrededor. Los colores son vidas encerradas. ¿Los pasos? Giran sin apenas movimiento. Las luces nos rodean, no nos iluminan. Y las ventanas esconden pequeños naufragios, fríos testigos solitarios, una cruel escala del blanco al negro.
No nos engañemos. Guardamos un arma secreta. Una tentación. Una espada de doble filo. Viajemos, aunque sólo tengamos un billete de vuelta.
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