miércoles, septiembre 17, 2008

Herida













Le puse tu nombre a una estrella. Se movía entre una pared y mi mirada. Aparecía y desaparecía, iluminaba y oscurecía. Yo mecía mis recuerdos a la par que el viento. Te lo conté, mirando al cielo oscuro, y me respondiste antes del alba. Antes... de darme cuenta, inmerso ya en otro mundo, de que no estabas en el mismo lugar. Para no desaparecer más. O, quizá, para no aparecer de nuevo herida.

lunes, septiembre 01, 2008

Tres años y un día




























El asfalto sigue buscando de madrugada nuestras sombras. La luna gira a veces más allá para hallarte entre aquellas esquinas. Los coches sigue yendo lentos, más lentos aún, intentando en vano cruzarse otra vez contigo. Para iluminar con su doble mirada la silueta de tu sonrisa. Sigue siendo de noche, Anne, sigue siendo de noche. Y ahora como antes te echo de menos.

Paul.