jueves, noviembre 16, 2006

Vidas cruzadas
















































Mueve los hilos para ir hacia un lado, y la madeja se deshace hacia el otro. Escribe letras sin rostro en folios que perecen y destruye libros presentes ateridos de dolor. Camina sin pausa hacia esferas diminutas y calla paciente en espacios infinitos de dudas. Vive, y muere. Nunca sabe qué viento lleva a qué, a dónde. Ni quién. Él. Ella. O yo.